1 Corintios 15 - La Biblia Reina Valera 1862

Libro de 1 Corintios
Capitulos:

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1 - EMPERO os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, y en el cual estáis firmes;

2 - Por el cual asimismo sois salvos, si retenéis en la memoria lo que os he predicado, si no es que habéis creido en vano.

3 - Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo yo recibí, es a saber: que Cristo fué muerto por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;

4 - Y que fué sepultado, y que resucitó al tercero día, conforme a las Escrituras;

5 - Y que fué visto por Céfas; y después por los doce:

6 - Que después fué visto de más de quinientos hermanos a la vez: de los cuales los más viven aun, empero algunos han dormido.

7 - Que después fué visto por Santiago, después por todos los apóstoles.

8 - Y a la postre de todos, fué visto por mí también, como por uno nacido fuera de debido tiempo.

9 - Porque yo soy el menor de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguía a la iglesia de Dios.

10 - Empero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo; ántes he trabajado más que todos ellos: pero no yo, sino la gracia de Dios que fué conmigo.

11 - Por tanto, sea yo, o sean ellos, así predicamos, y así habéis creido.

12 - Mas si se predica a Cristo, que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros, que no hay resurrección de los muertos?

13 - Porque si no hay resurrección de los muertos, Cristo tampoco resucitó.

14 - Y si Cristo no resucitó, luego vana es nuestra predicación, y vana es también vuestra fé.

15 - Y también somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios, que él haya levantado a Cristo: al cual empero no levantó, si es así que los muertos no resucitan.

16 - Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó.

17 - Y si Cristo no resucitó, vuestra fé es vana; aun os estáis en vuestros pecados.

18 - Luego también los que durmieron en Cristo, son perdidos.

19 - Si en esta vida solamente tenemos esperanza en Cristo, los más desdichados somos de todos los hombres.

20 - Mas ahora, Cristo ha resucitado de los muertos: y él es hecho primicias de los que durmieron.

21 - Porque por cuanto la muerte vino por hombre, también por hombre vino la resurrección de los muertos.

22 - Porque a la manera que todos en Adam mueren, así también todos en Cristo serán vivificados.

23 - Mas cada uno en su órden: Cristo las primicias; luego los que son de Cristo en su venida.

24 - Luego viene el fin: cuando entregará el reino a Dios y al Padre; cuando hubiere abatido todo imperio, y toda potencia, y potestad.

25 - Porque es menester que él reine, hasta que sujete a todos sus enemigos debajo de sus piés.

26 - Y el postrer enemigo que será destruido, es la muerte.

27 - Porque todas las cosas sujetó debajo de sus piés. Mas cuando dice: Todas las cosas son sujetadas a él, claro es que está esceptuado el mismo que sujetó a él todas las cosas.

28 - Mas después que todas las cosas le fueren sujetas, entónces también el mismo Hijo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.

29 - De otro modo, ¿qué harán, los que son bautizados por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, son bautizados por los muertos?

30 - ¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora?

31 - Cada día muero; lo protesto por vuestra gloria, la cual tengo en Cristo Jesús Señor nuestro.

32 - Si como hombre batallé en Efeso contra las bestias, ¿qué me aprovecha si los muertos no resucitan? Comamos y bebamos, que mañana moriremos:

33 - No os engañéis. Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.

34 - Despertád, como es justo, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios, para vergüenza vuestra lo digo.

35 - Mas alguno dirá. ¿Cómo resucitan los muertos? ¿Con qué cuerpo salen?

36 - ¡Insensato! lo que tú siembras, no revive, si ántes no muriere:

37 - Y lo que siembras, no siembras el cuerpo que ha de ser, sino el grano desnudo, puede ser de trigo, o de alguno de los otros granos:

38 - Mas Dios de la el cuerpo como él ha querido, y a cada simiente su propio cuerpo.

39 - Toda carne no es la misma carne, mas una carne es la de los hombres, y otra carne es la de los animales, y otra la de los peces, y otra la de las aves.

40 - Hay también cuerpos celestes, y cuerpos terrestres; mas una es la gloria de los celestes, y otra la de los terrestres.

41 - Una es la gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas; porque una estrella se diferencia de otra estrella en gloria.

42 - Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción; se levantará en incorrupción:

43 - Se siembra en vergüenza; se levantará en gloria: se siembra en flaqueza; se levantará en poder:

44 - Se siembra cuerpo animal; resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.

45 - Y así está escrito: Fué hecho el primer hombre Adam en alma viviente; el postrer Adam fué hecho en espíritu vivificante.

46 - Mas lo que es espiritual no es primero, sino lo que es animal; y después lo que es espiritual.

47 - El primer hombre es de la tierra, terreno: el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.

48 - Cual el terreno, tales también los terrenos; y cual el celestial, tales también los celestiales.

49 - Y así como hemos llevado la imágen del terreno, llevarémos también la imágen del celestial.

50 - Esto empero digo, hermanos: Que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios: ni la corrupción hereda la incorrupción.

51 - He aquí, un misterio, os digo: Todos ciertamente no dormiremos; mas todos seremos transformados.

52 - En un momento, en un abrir de ojo, a sonido de la final trompeta; porque será tocada la trompeta, y los muertos serán levantados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.

53 - Porque es menester que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad.

54 - Y cuando esto corruptible fuere vestido de incorrupción, y esto mortal fuere vestido de inmortalidad, entónces será cumplida la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en la victoria.

55 - ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde está, oh sepulcro, tu victoria?

56 - El aguijón de la muerte es el pecado; y la fuerza del pecado, la ley.

57 - Mas a Dios gracias, que nos dió la victoria por el Señor nuestro Jesu Cristo.

58 - Así que, hermanos míos amados, estád firmes y constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano.